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martes, 19 de noviembre de 2013

En periodo electoral aumentan un 50% los costos del departamento de aseo de Santiago

La propaganda electoral genera un considerable aumento en el gasto de retiro de afiches y limpieza de rayados en zonas no autorizadas. Por ello, las autoridades municipales acordaron con los candidatos un mecanismo de trabajo conjunto a fin evitar mayores costos a la alcaldía capitalina.

Por: Ignacio Saavedra Garrido

A dos semanas que se inicie el periodo legal de propaganda política, la comuna de Santiago ya se encuentra repleta de afiches, anuncios, lienzos y gigantografías de los diversos candidatos al Consejo Regional, las cámaras de Diputados y Senadores, además del sillón presidencial durante el periodo 2014 – 2018.

Una de las principales preocupaciones del municipio capitalino es la de mantener en orden toda la propaganda eleccionaria, por lo que realiza el retiro de afiches que estén ubicados en zonas prohibidas como postes de luz, esquinas de intersecciones, cruces peatonales y tendido eléctrico, dando cumplimiento a las disposiciones de la ley 18.700, referida a elecciones populares y escrutinios.

Raúl Ponce, director de Aseo de la Municipalidad de Santiago, cuenta que en las semanas previas al inicio de la propaganda legal “los candidatos han cumplido a medias la normativa vigente. En los últimos días, por ejemplo, hemos retirado “palomas” ubicadas en postes y tendido eléctrico, ya que su presencia genera riesgos a la seguridad de los peatones que transitan por la comuna”.

Si bien el encargado de aseo de la capital no quiere individualizar a aquellos que han incurrido en estas malas prácticas, sí indica los lugares donde más han retirado campaña política. “El centro de Santiago, los barrios Brasil y Yungay, además del sector de República son los que más concentran el retiro de propaganda no autorizada”, asevera Ponce.

Un punto importante en el retiro de propaganda electoral son los gastos en los que debe incurrir el municipio, ya que es una labor extraordinaria de limpieza la que deben hacer. “La alcaldía maneja un presupuesto de dos millones de pesos mensuales para la limpieza de rayados y retiro de afiches de cualquier tipo. Durante el periodo de campaña el gasto aumenta un 50%”. El gran pero de las autoridades es que los dineros ya están destinados en el presupuesto anual del municipio, “por lo que debemos dejar meses sin limpieza o recurrir a fondos regionales extraordinarios para poder financiar estas tareas de retiro de propaganda”.

Es por ello que la alcaldesa Carolina Tohá firmó un acuerdo con los candidatos a la Cámara Baja y el Senado a fin de reglamentar el uso adecuado de los afiches y rayados políticos, con el compromiso de trabajar en coordinación para no cometer infracciones con la ley.

Uno de los comandos que firmaron este acuerdo es el de Giorgio Jackson, candidato a diputado en representación de Revolución Democrática. Javiera Martínez, jefa de campaña del ex dirigente estudiantil, señala que el espíritu del acuerdo es “cuidar la comuna y los lugares que son de todos”. Por ello, el comando decidió “realizar lienzos para balcones y gigantografías”, además de comprometerse voluntariamente con el municipio de Santiago a no efectuar rayados. Los costos de la campaña bordean los 15 millones de pesos, pero todo el material usado está hecho en base a PVC, “por lo que después se recicla la propaganda y se convierte en otros bienes de consumo”. 

María José Solano, encargada de prensa de la campaña presidencial de Michelle Bachelet, asegura que en la ciudad de Santiago “solo hemos realizado propaganda en lugares autorizados, utilizando las fachadas de edificios para colocar letreros y gigantografías. Cada vez que el comando ha puesto campaña en lugares no autorizados, coordinamos directamente con el municipio de Santiago su retiro”. Si bien no quisieron referirse a los gastos que esta tarea implica, Solano aclara que “el costo es cada vez más bajo, ya que nuestra campaña trabaja en el marco de la ley”. Respecto a los rayados que existen de la candidata, la encargada de prensa asegura que “cumplimos con las disposiciones y rayamos solo en lugares autorizados. Al final del periodo de campaña nos encargamos de pintar nuevamente el muro o fachada que se nos prestó”.

Así, la propaganda electoral en la comuna de Santiago ha cumplido en gran parte con las disposiciones generales existentes, trabajando el municipio en conjunto con los comandos para mantener el ornato de la ciudad a poco más de un mes de las elecciones parlamentarias y presidenciales.