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martes, 19 de noviembre de 2013

La oportunidad de incluir al peatón en el espacio público de Santiago Centro

El proyecto Gran Explanada, la repavimentación de la Alameda, y la extensión de la Línea 3 del Metro, han traído problemas de peatonización en el centro de la capital.


Por: Ana Bustamante

En julio pasado se iniciaron en Santiago Centro megaproyectos de construcción y demolición que buscan cambiar la estética y funcionalidad de la ciudad. Entre ellos está la edificación de la Línea 3 del Metro y la obra “Gran Explanada”, que busca unir visualmente La Plaza Constitución, la Plaza de la Ciudadanía y la Plana Bulnes, junto con repavimentar la Alameda y los adoquines dañados.

Santiago es la ciudad en donde el volumen de viajes a pie es muchísimo mayor, en comparación con otras ciudades del país. La encuesta Origen-Destino 2008 realizada por el Minsterio de Planificación y la Secretaría de Planificación de Transporte, señaló que el 37% de los santiaguinos se movilizan caminando.

El concejal, Felipe Alessandri (RN), Vicepresidente de la Comisión de Patrimonio y Normativa de la comuna, señala que en el triángulo central, es decir el centro, transitan cerca de un millón y medio a dos millones de personas a diario.


Un alto flujo peatonal que ha visto mermado su desplazamiento producto del cierre de calles y la reducción de las veredas. 


Si bien, aclara Alessandri, en ciertas situaciones se han ocasionados “tacos peatonales”, como por ejemplo, en día de lluvias, el flujo de caminantes normalmente “no ha llegado a ser un problema que impida su desplazamiento total”. 


Hoy se observa a cientos de personas caminando por el medio de la calle, entre los autos, o bien por “veredas” improvisadas e insuficientes recorriendo grandes distancias para cruzar la calle, puesto que los cierres perimetrales de las obras conforman barreras que fragmentan el espacio público. 

Ante los problemas de peatonización que han ocurrido, Felipe Alessandri, manifiesta que el municipio ha tomado medidas “que van más allá del desplazamiento”. Y aclara que “si queremos una Gran Explanada, cuyo nombre se plebiscitará y que será Legado Bicentenario, tenemos que estar dispuestos incluso como peatones a sufrir inconveniente y molestias”, puntualiza.

El peatón, protagonista de la ciudad

La consultora de planificación y desarrollo urbano, “Caminable”, apuesta a que Santiago está retomando la importancia que tiene el peatón como protagonista social. 

El arquitecto de la organización, Pablo Flores, señala que “hay una voluntad del municipio de privilegiar el modo peatonal y humanizar el espacio público para hacerlo más inclusivo”. 

Así lo manifiesta, Alessandri. “Los fines de semana se están cerrando calles, para privilegiar el uso peatonal y retomar el protagonismo que éste debe tener”. 

Una inicitiva de la administración es realizar rutas de ciclorecreovias, para desincentivar el uso del automóvil. “Incluso tanto la Alcaldesa, Carolina Tohá, como yo, muchas veces nos desplazamos en bicicleta”. 

Sin embargo, en “Caminable” consideran que el Estado no ha tomado los resguardos adecuados en las bases de licitación de las obras de recuperación del centro cívico. 

La municipalidad reconoce las molestias que se han ocasionado con la construcción de estas obras. “Pero creemos que el tema va por descincentivar el uso del auto y que la gente venga al centro de otra forma”, aclara Alessandri. 

“Esta era una gran oportunidad para crear una cultura de respeto hacia el peatón. Pero se refleja una constante en la administración del espacio público: el peatón es sistemáticamente relegado al último lugar al momento de priorizar los desplazamientos”, señala Nicolás Palominos, arquitecto de la consultora. 

Finalmente, los contenidos del Plan de Transporte Urbano de Santiago para el 2025, instrumento que define las actuaciones en materia de movilidad para la próxima década, se observa que no existen acciones ni recursos asociados al modo peatón. 

Para, “Caminable”, la situación es tajante. “ La falta de planes en movilidad refleja que las políticas de transporte actuales en Chile privilegian los modos de transporte motorizados en lugar de buscar una movilidad urbana sustentable”.